La adquisición de vocabulario está siempre
presente entre los objetivos de cualquier tipo de actividad que podamos
desarrollar para el desarrollo de destrezas tanto de comprensión como
expresión. Aunque la tendencia metodológica general propugna actividades con
tareas que integren las diferentes destrezas y áreas de contenido, también
puede ser necesario en determinados momentos, o previamente al desarrollo de
una tarea, trabajar de forma específica el vocabulario de un determinado campo
semántico.
En el enfoque léxico de M. Lewis (1993) se propone aprender a comunicarse en una lengua centrándose en la práctica de expresiones frecuentes o “chunks” (grupos de palabras que suelen aparecer juntas). En la propia evolución reciente de la teoría interaccionista y la metodología de aprendizaje por tareas se ha visto la necesidad de prestar una mayor atención a la forma y el trabajo del léxico (Larsen-Freeman, 2000). Aunque el objetivo final siga siendo desarrollar la capacidad comunicativa del estudiante en la lengua meta, se mantiene la necesidad de asegurar que el aprendizaje léxico-gramatical recibe suficiente atención. Contrastando lo teórico a lo práctico vemos la triste realidad de que los maestros no pasamos de ser tradicionalistas en el aula de clases, ya que no pasamos de las traducciones que se hacen dentro del aula de clases y solamente hacemos eso dentro de ellas con los alumnos. Esta asignatura que atiende a un lenguaje para los alumnos en algunos casos muy difícil debe de ser motivadora al igual que todas las materias despertando el interés de los alumnos, para que ellos desarrollen esta fuera de el aula y no solo dentro de ella. La motivación ante todo del maestro no solo se rige a los cotidiano que no pasa de ser del libro de texto al diccionario, podemos y debemos de utilizar los intereses de los alumnos como las canciones en esta lengua, películas, diversos materiales didácticos que seduzcan a los alumnos a adentrarse a ella.
En el enfoque léxico de M. Lewis (1993) se propone aprender a comunicarse en una lengua centrándose en la práctica de expresiones frecuentes o “chunks” (grupos de palabras que suelen aparecer juntas). En la propia evolución reciente de la teoría interaccionista y la metodología de aprendizaje por tareas se ha visto la necesidad de prestar una mayor atención a la forma y el trabajo del léxico (Larsen-Freeman, 2000). Aunque el objetivo final siga siendo desarrollar la capacidad comunicativa del estudiante en la lengua meta, se mantiene la necesidad de asegurar que el aprendizaje léxico-gramatical recibe suficiente atención. Contrastando lo teórico a lo práctico vemos la triste realidad de que los maestros no pasamos de ser tradicionalistas en el aula de clases, ya que no pasamos de las traducciones que se hacen dentro del aula de clases y solamente hacemos eso dentro de ellas con los alumnos. Esta asignatura que atiende a un lenguaje para los alumnos en algunos casos muy difícil debe de ser motivadora al igual que todas las materias despertando el interés de los alumnos, para que ellos desarrollen esta fuera de el aula y no solo dentro de ella. La motivación ante todo del maestro no solo se rige a los cotidiano que no pasa de ser del libro de texto al diccionario, podemos y debemos de utilizar los intereses de los alumnos como las canciones en esta lengua, películas, diversos materiales didácticos que seduzcan a los alumnos a adentrarse a ella.
Buen comentario pero la entrega fue hace 8 días antes.
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